Empezamos a contarles una historia que comienza en la segunda mitad del siglo XIX, cuando la familia Masina se dedicaba al comercio de caballos, como animal de vida, de carruaje y de trabajo. Desde entonces, esta historia ha seguido su camino de crecimiento y evolución, tomando una nueva forma. En 1929, la primera autorización para vender carne de caballo marcó un importante punto de inflexión, un cambio de ritmo que, tras dos generaciones, desembocó en 1978 en la creación de Naba Carni.
Una realidad para 5 generaciones comprometidas con la actividad de sacrificio, transformación y comercialización de carne de caballo según valores precisos, en nombre de la alta calidad y la transparencia a lo largo de toda la cadena de suministro.